El lugar y el momento menos indicado!!!
En el andar de la vida la
experiencia propia se va fortaleciendo conforme vamos librando obstáculos, cada
vez que comprobamos lo que papás y maestros tanto nos insisten que hagamos o
no, cuando aplicamos los sabios consejos de los queridos abuelos y mientras más
conocimientos vamos adquiriendo.
Como adultos somos tan insistentes
hacia los menores; aunque ellos no lo crean, nos interesan tanto y deseamos lo
mejor. Las niñas y niños, nuestros hijos, nuestros alumnos, son tesoro
invaluable que quisiéramos que ni el aire los tocara; sin embargo, sobre todo
en la edad cuando cursan el nivel escolar de secundaria, se encuentran tan
confundidos que todo les parece mal, sienten que el mundo está en su contra y
se caracterizan por ser desobedientes, e incluso, contestones.
En el contexto escolar nunca me
cansaré de pedirles que busquemos con nuestras acciones una “Convivencia
sana y pacífica” donde todo se maneje con respeto, en un ambiente de
tolerancia y de igualdad, pero pareciera que la gran mayoría lo interpreta de
manera inversa. Sin pensar en las consecuencias que ello implica, siguen
dándose riñas entre mujeres o entre hombres, ahora esto ya no es novedad. A los
protagonistas de las agresiones y a los mirones les llena de orgullo participar
u observar ese tipo de lamentables hechos; sin conciencia se arriesgan a sufrir
lesiones de cualquier tipo y nivel, aunque para mañana toda una familia esté
llorando en un hospital, en el ministerio público o peor aún, en el panteón. Mi
gran deseo incluye la inexistencia de la ley del talión, eso de “ojo por ojo,
diente por diente” no deja nada favorable si de una conciliación se trata.
Hacer justicia por propia mano no va con las personas pensantes y racionales
como lo somos todos por el simple hecho de ser seres humanos. En este mundo tan
acelerado y confuso, debemos sumar fuerzas todos los que buscamos hacer el
bien, pues siempre seremos más que los individuos que dañan a la sociedad.
Una de las indicaciones más
reiteradas por un servidor hacia los menores alumnos de ambos turnos ha sido: en un problema callejero NO expongan su
integridad, NO se acerquen al lugar de conflicto, RETÍRENSE de inmediato a
su casa, pero pocos valoran lo mucho
que hacemos por ellos.
Hay cosas en la vida que no tienen
vuelta atrás porque generan daños irreversibles. Cosas que nunca se recuperan,
o bien, tardan mucho en cicatrizar: la tranquilidad, el tiempo, la
reintegración, la fe, la alegría,…
Alumnas y alumnos, los INVITO a
leer y volver a leer este documento; agradezcan infinitamente a sus padres, a
sus maestros y a su DIOS por todo lo que tienen y sobre todo por estar AQUÍ Y
AHORA. Cuando no hacemos caso a todo lo que aquí se sugiere, se corre un riesgo
tan grande y doloroso: el estar en el lugar y el momento menos indicado, puede
traer como consecuencia un radical cambio de vida.
¡Cuídate,
cuídense, cuidémonos!
¡Mañana ya
nada será igual!
Juan Ramón Brillanti Ramírez
Director
octubre 05/2018